Córdoba, a 27 de noviembre de 2025
La Agrupación de Cofradías de Córdoba ha decidido que la imagen de Nuestro Padre Jesús de la Sangre, titular de la Hermandad del Císter, sea la que presida el Vía Crucis de las Cofradías de esta ciudad en 2026. El acto oficial tendrá lugar el primer sábado de Cuaresma, aunque la confirmación oficial se dará a conocer en la asamblea general de hermandades prevista para el próximo 15 de diciembre.
La noticia, que debía mantenerse en reserva hasta esa fecha, se difundió con rapidez entre los círculos cofrades tras una indiscreción en un acto público, lo que frustró la discreción que la Agrupación había intentado preservar.
La elección de Jesús de la Sangre adquiere un significado especial al coincidir con el cincuentenario fundacional de la Hermandad del Císter, que se conmemorará también en 2026. La corporación nació en 1976 gracias a un grupo de jóvenes vinculados al Colegio La Salle, que quisieron unir su fe al espíritu monástico del histórico convento del Císter.
Desde sus inicios, la hermandad se ha caracterizado por cultivar valores como la humildad, el silencio y la fraternidad, consolidándose como una de las cofradías más representativas del panorama religioso cordobés. En 1989 realizó por primera vez su estación de penitencia en Martes Santo y, años más tarde, en 1996, fijó su sede en el Convento del Santo Ángel, regido por los Padres Capuchinos. Este vínculo quedó refrendado en 2002 mediante decreto de la Orden Capuchina.
Un hito decisivo en la historia de la hermandad fue la incorporación en 1998 de la imagen de Jesús de la Sangre, que se convirtió en el centro devocional de la corporación. La talla, obra del escultor carmonense Antonio Eslava Rubio, fue concluida en 1977 y bendecida al año siguiente. Representa a Cristo maniatado en la escena del Ecce Homo, dentro del pasaje del Desprecio del Pueblo.
El conjunto procesional que acompaña al Señor está formado por siete figuras, completadas por el imaginero Francisco Pinto Barraquero, que aportan un marcado dramatismo: Pilato dialogando con el pueblo, Claudia Prócula junto a él, Barrabás retenido por un soldado y varios guardias romanos que flanquean la escena.
Jesús de la Sangre ya presidió en otra ocasión el Vía Crucis general de las cofradías, pero su designación para 2026 cobra un valor añadido. La hermandad celebrará medio siglo de vida, un aniversario que servirá para que Córdoba reconozca la huella espiritual, artística y humana que esta corporación ha dejado en la ciudad durante cinco décadas.
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