
Huelva, a 18 de noviembre de 2023
La Hermandad Sacramental de la Sagrada Cena de Huelva celebró en el día de ayer cabildo extraordinario de hermanaos. En esa asamblea se confirmó que María Santísima del Rosario en sus Misterios Dolorosos, PARTICIPARÁ en la Magna Mariana que tendrá lugar en el mes de septiembre del año 2025, con motivo del Año Santo Jubilar concedido por la Santa Sede y que tiene como lema “Peregrinos de la Esperanza”, reuniendo a las Hermandades Sacramentales de la capital y Vírgenes Coronadas de la provincia de Huelva.
El 27 de marzo de 1955, domingo de pasión, a las 6 de la tarde, en la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús, tuvo lugar el solemne acto de bendición de la imagen de María Santísima del Rosario.
La bendición solemne fue oficiada por el director espiritual de la hermandad y cura párroco del Sagrado Corazón de Jesús D. Pablo Rodríguez González.
Una vez bendecida la imagen, la camarista Doña María Carrasco de Lázaro, cantó magistralmente el Ave María de Charles Gounod, acompañada al armonio por su esposo D. Primitivo Lázaro Martínez.
Actuaron de padrinos de la imagen Doña Leonor Díaz de Sánchez y su esposo D. Francisco Sánchez Vélez, mayordomo de la Cofradía.
Saldría por primera vez el Domingo de Ramos 3 de abril de 1956.
Al poco tiempo fue restaurada en el taller de D. Antonio León Ortega, cambiándole la forma del cuello, dándole una leve inclinación hacia la derecha.
Posteriormente fue restaurada por D. Enrique Pérez Saavedra en dos ocasiones.
En 1989 fue restaurada por D. José María Gamero Viñau e Inmaculada González Ramos en su taller de Sevilla, siendo los trabajos efectuados de conservación por el deterioro propio que sufre desde su realización.
En 1997 es policromada por D. Luis Álvarez Duarte.
El rostro de la Señora es sublime: contrae levemente el ceño y marca las cejas en un resignado y dolorido gesto; la boca se entreabre, dejando escapar entre sus carnosos labios, un suspiro; La nariz, recta, y las mejillas muy finas, dan un aspecto adolescente a la Señora. Los ojos son negros de cristal policromado y rasgados con largas pestañas de pelo natural, y rojez del llanto. Cinco lágrimas resbalan por el rostro de María, que tiene una inquietante mirada de desasosiego y de profundo dolor. La cabellera está tallada, y recogida sobre la nuca en un rodete, aunque luce la Señora espléndida peluca de cabello natural donada por la prestigiosa peluquera onubense Schela. Las manos, de torneados dedos, largos y finísimos, son similares entre sí, propias de una mujer jovencísima
Fuente. Hdad Sagrada Cena