Septiembre comenzó este sábado con el traslado de la Divina Pastora de Cantillana al Risco
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Sevilla, a 1 de septiembre de 2024
En Cantillana, decir septiembre es decir Pastora. Y el mes que la localidad dedica a la Virgen en su advocación pastoreña dio comienzo ayer sábado con el traslado de la Divina Pastora al Risco, el monumental altar bucólico de cultos ante el que se consagra la novena.
A las 23.00 horas tuvo lugar el traslado de la Divina Pastora desde su camarín a la capilla mayor de la parroquia. Una procesión claustral litúrgica, que recorrió las naves del templo con el acompañamiento de la banda de música de la Soledad de Cantillana y el fervor del pueblo cantillanero. Es parte intrínseca de este traslado la infinidad de vítores y piropos que los pastoreños dedican a la Virgen, que surgen de forma espontánea y natural a su paso a lo largo del recorrido.
Tras el recorrido por el templo, la Virgen llegó a la capilla sacramental de la parroquia, desde donde ascendió al Risco. Nombre este que recibe el altar de cultos, el altar bucólico conservado por la hermandad de la Pastora desde sus orígenes en el siglo XVIII, que en otras épocas fue común y que solo en Cantillana se ha mantenido de forma inalterada.
Se trata de un paisaje campestre, ante un lienzo que recrea una vista de Cantillana, y en el que se erige un monte de corcho, trasunto del monte Calvario, que corona la Divina Pastora, junto al Pastorcito Divino. Pero más allá de la singularidad del montaje, el Risco es un altar alegórico, donde la Virgen se cobija bajo el madero florecido en forma de almendro; las ovejas, representación de la grey, ascienden llevando en sus bocas rosas como avemarías de alabanza a la Virgen, defendidas por el arcángel San Miguel, que las libras del demonio, representado por un lobo; al tiempo que múltiples representaciones cuajan la escena con elementos alusivos a las letanías del Santo Rosario.
La parroquia se llena en estos días con los aromas a lentisco, mastranzo, juncia y romero que llenan de verdor el monte a cuya cúspide sube la Divina Pastora al filo de la media noche del ya 1 de septiembre, acompañada por una salva de cohetes que anuncia que Cantillana ya celebra el mes de los pastoreños.
Finalizado el traslado, la celebración se trasladó a la céntrica plaza del Llano, donde a las 00.30 horas se quemó un toro de fuego. La noche se alargó con una velada musical en la que actuaron Marcos Pizarraya y DJ Ferrari.
Desde el Risco, la Divina Pastora presidirá las fiestas mayores de Cantillana, que se extenderán desde el 6 al 15 de septiembre con la celebración de la Solemne Novena, la Función Principal y procesión de la Divina Pastora el día 8 de septiembre y los dos rosarios de hermanas, el de vísperas y del último día de novena. Para estos días grandes el pueblo luce profusamente engalanado con banderas de España, guirnaldas de luces y arcos de papel picado, decoración tradicional y señera de las fiestas pastoreñas.
