Sevilla, a 13 de diciembre de 2025
Cuando el pasado 8 de diciembre se abrieron las puertas de la Basílica al alba, los hermanos y devotos experimentamos
el irrefrenable gozo de reencontrarnos con María Santísima de la Esperanza Macarena tras 118 días de restauración. Las
emociones, concentradas durante estos meses de espera, se desbordaron haciéndonos vivir tres días cerca de la Virgen de
la Esperanza que forman parte ya de la historia de nuestra Hermandad y están guardados para siempre en los corazones de
todos los macarenos.
La Hermandad y su Junta de Gobierno creen de justicia agradecer a todas las personas que han hecho posible este esplendoroso reencuentro con la Virgen de la Esperanza:
En primer lugar, como no puede ser de otra manera, gracias a Pedro Manzano Beltrán, con el que nuestra Hermandad tendrá
siempre una deuda impagable porque nos ha recuperado y sanado a la Virgen de la Esperanza. Su magistral e impecable
restauración está a la misma altura que el trato que ha dispensado a la Virgen durante estos meses, actuando siempre con la
máxima delicadeza, respeto y veneración. Nuestra Hermandad jamás podrá agradecerle lo suficiente su intervención, por eso
pedimos a Dios que le premie conforme al amor demostrado a la Santísima Virgen a lo largo de la restauración.
Gracias por su trabajo y contribución al éxito del proceso de restauración a los miembros de la comisión de seguimiento
Antonio Rodríguez Babío, José Roda Peña, José Luis Gómez Villa, Juan Manuel Miñarro López y Enrique Parra Crego; y de la comisión de trabajo Carmen Mañero Gutiérrez, Araceli Montero Moreno, Rocío Magdaleno Granja, Eugenio Fernández Ruiz, Enrique Gonzálvez González, Manuel Peña Suárez y Esteban Sánchez Rosado.
Gracias al personal del Centro Nacional de Aceleradores (CNA) y del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico (IAPH) por su respeto y el trato exquisito dispensado a la Sagrada Imagen de María Santísima de la Esperanza Macarena en las ocasiones en que fue sometida a pruebas diagnósticas en estos centros.
Gracias a Juan Quijano y Roberto Fernández de Samitech, la empresa que puso gratuitamente su tecnología patentada a disposición de la Hermandad para realizar el tratamiento de anoxia a la Sagrada Imagen en la fase inicial del proceso de restauración.
Gracias al Rector de la Basílica y Director Espiritual de nuestra Hermandad, don José María Losada Lahera, por su constante aliento, ayuda para cuanto se le ha requerido y sostén espiritual a lo largo de estos meses de intervención.
Gracias a nuestro hermano Emilio Sáenz por su disponibilidad en todo aquello que se le ha reclamado y por aportar un material fotográfico clave para el buen desarrollo de todo el proceso.
Gracias al personal de la Hermandad, que ha demostrado, una vez más, el cariño hacia la Institución redoblando esfuerzos
en la preparación y perfecto desarrollo de los tres días de veneración; y su amor a la Virgen de la Esperanza, a la que nunca le faltó un ramo de flores durante su restauración.
Gracias a las profesionales de la limpieza que trabajan en nuestra Hermandad y que se han esmerado para que la Basílica, a
pesar del trasiego constante y la lluvia final, estuviera siempre a punto durante los días de la veneración.
Gracias a todos los profesionales de Macarena TV por el espectacular despliegue realizado para llevar a los macarenos del
mundo estos días de gozo haciéndoles partícipes del reencuentro con la Virgen de la Esperanza allá donde estuviesen.
Gracias al personal de la empresa de seguridad de la Basílica y al delegado de seguridad de la Hermandad por su impresionante trabajo en estos días y la comprensión que siempre manifiestan hacia los devotos en actos tan multitudinarios como este.
Gracias al colectivo de hermanos fotógrafos por dejar constancia gráfica de estos días históricos; también a todos y cada uno
de los colectivos de nuestra Hermandad por su colaboración y las ofrendas florales y musicales a la Virgen de la Esperanza,
expresión hermosa del amor que le tienen.
Gracias a los profesionales de los medios de comunicación por difundir la buena noticia de la recuperación de la Virgen de la Esperanza en todo su esplendor y dejar constancia periodística de este acontecimiento histórico.
Y, por supuesto, gracias a los miles de hermanos y devotos que han venido a reencontrarse con la Virgen en la cercanía, aguardado varias horas en la cola para cruzar nuevamente sus miradas con Ella, para venerarla, rezarle y mostrarle todo el amor de quienes se sienten hijos de la Esperanza.
Que María Santísima de la Esperanza Macarena premie con creces a todos tanto compromiso, generosidad y amor.
Que Ella os bendiga siempre en vuestras vidas y cubra con su manto protector a nuestra Hermanda
¡Viva la Virgen de la Esperanza!

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